jueves, 2 de octubre de 2008

Bosque de la Biescona

La Viescona o Biescona es el hayedo situado a menor altitud de toda Europa. Las condiciones climatológicas que tiene la Sierra del Sueve permiten la existencia de este hayedo a tan solo 200m sobre el nivel del mar.



Pocos días de sol y de buen tiempo hubo este verano como el esplendido día que hizo el 27 de septiembre del 2008 y en el que Silvia y yo aprovechamos para hacer la pequeña ruta del impresionante Bosque de la Biescona.
Una ruta de muy fácil caminata y que en no más de cuatro horas en ida y vuelta podremos conocer uno de los bosque de hayas de más belleza de Asturias.
Para llegar al punto de partida cogemos la autovía del Cantábrico con dirección a Colunga, una vez cogida dicha salida seguimos en dirección al mirador del Fito y pasado el primer bar (casa Pancho), seguimos y encontraremos una antiguo bar hoy en día cerrado llamado Casa Julia (todavía tiene el nombre puesto en la pared) a mano derecha, donde podemos dejar el coche
De allí parte un camino amplio por el que iniciamos la caminata y como a cien metros más allá encontraremos un deposito de agua reformado y en perfecto estado y una valla de madera que impide la salida del ganado, en este punto podemos aprovechar para coger agua ya que a parte de los mencioinados depósitos instalaron una fuente que es muy de agradecer.
Se sigue por el camino principal, entre abedules, acebos, castaños y espineras, hasta llegar a una caseta de canalización de agua blanca y azul, donde encontramos un magnifico peral silvestre como se pude ver en la fotografía, la pena es que hasta mediados de noviembre no podremos comer sus pequeños frutos.
Seguimos y al llegar a la segunda caseta el camino se bifurca, nosotros cogeremos el camino que sigue hacia la derecha en una pequeña bajada que va a dar a un pequeño arroyo que en estos momentos estaba seco ya que estamos a principios de otoño y lleva tiempo sin llover, al poco de caminar el paisaje ya cambia totalmente y nos encontramos con los restos de los antiguos edificios de las minas de Toya que por suerte ya están comidos por el propio bosque y talmente parece un pueblo abandonado, si nos fijamos bien como se puede apreciar en la fotografía se observa hasta la bocamina.
Ahora el camino asciende en fácil caminata por un sendero que va paralelo al antiguo cauce de la Riega les Teyes, hoy y esto es una pena está totalmente seco pues sus aguas se han canalizado y desviado más arriba, en esta parte del camino ya abundan los helechos, las setas, los líquenes y los musgos, gracias a que todo este bosque está favorecido por un microclima muy particular, con abundantes lluvias y nieblas de ladera, el cual le permiten tener un grado de humedad constante, muy poco frecuente en Asturias y en toda la península.
Al poco tiempo, van apareciendo las hayas y el camino desciende hacia el cauce de la riega del antiguo río, que discurre encajonado entre rocas.
En este sitio está lleno de helechos que brotan por todas partes, confiriendo al paisaje una belleza singular.
Poco a poco seguimos caminando sin ninguna dificultad y observando el magnifico paisaje hasta que nos situamos en pleno bosque totalmente rodeados de hayas, con el suelo completamente limpio como sucede en todos los hayedos ya que estos no dejan penetrar la luz y dificultan el crecimiento a cualquier otra especie
En esta parte del camino y aunque para mí era un poco pronto por la falta de lluvia encontramos a unos «seteros» en busca del apreciado boletus edulis, después de charlar un poco con ellos nos comentaron que no habían cogido ninguno ya que todavía no había llovido nada pero que gracias a las ganas y la afición que tenían a las setas habían pasado un buen día en este esplendido bosque.
Desde este punto que para mi es el más llamativo de todo el bosque, seguimos caminando por un marcado sendero y esquivando algún que otro haya caído por las tormentas del invierno llegaremos al punto final del bosque, donde nos despide con un haya de porte impresionante, yo creo que es el mayor que e visto en mi vida, en las fotos se puede ver el majestuoso tamaño de este haya que supongo que andará por los 300 años.
Pues nada, nos hicimos unas fotos con el, estuvimos abrazándolo y admirándolo una media hora y otra vez de regreso por el mismo camino.
En definitiva todo este bosques está compuesto por hayas con ejemplares de un porte impresionante tanto por su altura como por el grosor de sus troncos, pero no hay que olvidar también la gran cantidad de acebos también de un tamaño muy importante, espineras y en la zona baja se intercalan con avellanos, arces, fresnos, olmos de montaña, abedules, castaños, perales silvestres como el de la foto con lo cual todo este conjunto forma un bosque verdaderamente digno de ser conocido, que una vez más y como en casi toda Asturias lo único que lo estropea es cuando uno se encuentra las repoblaciones de eucaliptos que se hicieron en los años cuarenta y que no hay manera de erradicar.
Pablo Lara.



Tiempo de la ruta:4 Horas.
Dificultad: Ninguna aunque esta sin señalizar.



Frutos del peral silvestre que encontramos al principio de la ruta.




Fotos de los restos de las minas de Toya en la última se puede apreciar la bocamina.


El sendero que nos introduce ya en el bosque de la Biescona.


Antiguo cauce de la Riega les Teyes.


Impresionante porte y altura que cogen las hayas hacia el medio del bosque.






Varias imágenes de lo que podemos ir encontrando por el sombrío bosque, en la última como se puede ver nada más que entra un rayo de luz nace una nueva planta.


En busca del Boletus Edulis.



El impresionante haya al termino del bosque.

2 comentarios:

Maria Rosa Cadavieco dijo...

Es facil perderse en este bosque ? Queriamos hacer esta ruta y como somos algo despistados !!!!! Gracias por tu blog y tus fotografias

Unknown dijo...

Lo primero gracias Maria Rosa por consultar el blog.

Es una ruta facil y sencilla sin ninguna dificultad en el único sitio que os podeis despistar un poco es al principo pero siguiendo en sendero marcado no tendreis ninguna perdida, espero que tengais un buen día de sol para poder disfrutar de ese extraordinario paisaje.
Un saludo.
Pablo Lara.