martes, 18 de mayo de 2010

6ª Etapa Grandas de Salime-Fonsagrada


A eso de las siete y media de la mañana ya estábamos en pié, nos preparamos y bajamos a desayunar al comedor del hotel, no éramos los primeros ya había un montón de compañeros desayunando, el tema de la mañana no era otro que la ruina de día que teníamos otra vez, justo en el momento del desayuno estaba cayendo una tromba de agua tremenda y encima con un fuerte viento.
Después del estupendo desayuno que nos pusieron y repuesto fuerzas para afrontar la etapa de hoy, a eso de las nueve ya nos estaba recogiendo el autobús para llevarnos a Grandas de Salime punto de inicio de la preciosa etapa de hoy día 9 de mayo del 2010.
El trayecto hasta Grandas de Salime en el autobús era verdaderamente desolador por la cantidad de agua que estaba cayendo en ese momento, pero bueno a pesar de todo a nuestra llegada a Grandas parecía que la cosa quería calmarse un poco.
Una vez en Grandas nos preparamos cogemos paraguas y chubasqueros y nos preparamos para afrontar los 26,7 kilómetros del día de hoy, nos reunimos todos en el ayuntamiento y a caminar de dicho.
Primero pasamos por la colegíata que está dedicada a San Salvador, es el edificio más notable de la villa de Grandas.
Construida, probablemente, en el siglo XII, por donación de Fernando II, o a principios del siglo siguiente, con motivo de la peregrinación de Alfonso IX en el año 1222, en la que el Rey haría estación en la villa.
Una vez atravesado en pueblo tomamos la carretera AS-28 (en el día de hoy tendremos que caminar unos cuantos kilómetros por carretera). Vamos ascendiendo y llegamos a La Farrapa primero y después a Cerejeira, alternando la carretera y una serie de caminos paralelos encharcados asta el alma por la lluvia caída estos días pero con unas vistas espectaculares. Alcanzamos Castro, donde hay una hermosa capilla (ver foto), este pueblo cuenta con albergue y es muy conocido por su poblado celta (ver foto) de Chao Samartín donde hicimos la primera parada del día y donde nos estaba esperando el autobús por si necesitábamos algo, seguimos nuestro camino sin lluvia aunque parezca mentira y como a un kilómetro pasamos junto a la ermita de San Lorenzo, una vez pasada salimos de nuevo a la AS-28 a la altura de Gestoselo, en este punto nos agrupamos todos para comenzar el ascenso al puerto del Acebo(1.024 metros).





Colegiata de San Salvador (Grandas de Salime)



A primera hora de la mañana estaban montando el mercado de los domingos con una mañana más que desapacible.



Ayuntamiento de Grandas de Salime, punto de partida de la etapa.





El primer tramo de la ruta va siempre intentando evitar la carretera aunque al final hay zonas que no nos queda más remedio que salir a ella.



La hermosa capilla del pueblo de Castro.




El famoso castro de Chao Samartín y que tanto habla de ellos Isabel San Sebastián en su libro Astur




La subida del Acebo nada tiene que ver con el rompe piernas de ayer, este puerto tiene pendientes mucho más suaves y también hay que decirlo, más aburridas. La AS-28 comienza a empinarse a partir de Gestoselo y va subiendo hasta Peñafuente, (kilómetro 10,5 de la etapa), en este punto dejamos el asfalto y cogemos una camino bien indicado con sus conchas que nos conduce por un camino carretero hasta el alto donde podemos tocar casi con la mano igual que en el día de ayer los molinos eólicos tan abundantes por toda esta zona.
En el alto volvemos a agruparnos todos ya que con la subida volvíamos a estar bastante distanciados unos de otros, una vez refrescados un poco y disfrutado de un pequeño de rayo de sol que salía tímidamente entre las nubes emprendemos de nuevo nuestro camino hacia tierras gallegas.
Al poco de coronar el puerto entramos en la provincia de Lugo donde nos hacemos la foto de rigor y ya podemos ver a lo lejos nuestro punto final de la etapa de hoy que no es otro que Fonsagrada, después de atravesar un pequeño bosque de pinos en suave bajada volvemos a salir a la carretera, donde encontramos un pequeño barín donde refrescarnos con una buena cerveza cosa que siempre es muy de agradecer durante la caminata y donde también aprovechamos para sellar nuestra credencial, a este paso mi camino de Santiago se va a parecer más al camino de un humilde borrachín ya que más de la mitad de mis sellos son de bares y unos pocos de iglesias, pero bueno yo personalmente lo paso mejor en los chigres que en las iglesias.
Poco a poco el tiempo va mejorando y en suave descenso llegamos a Fonfría, pueblo que en su día contó con hospital de peregrinos en un edificio que hoy esta dedicado a vivienda, en este pueblo es donde paramos a comer, la parada fue en un magnifico restaurante llamado CatroVentos, donde nos entregaron el perfecto avituallamiento para almorzar, una vez comidos y ya un poco más descansados, emprendemos el tramo final de la ruta, en este punto ya solo salimos 18 de los 55 iniciales, los kilómetros van haciendo mella en la gente y aparte el tiempo tampoco acompaña mucho.

Seguimos nuestro camino y llegando a Paradanova (km 24,8 de la etapa), y con la panorámica de las casas de Fonsagrada en el alto, comienza el último esfuerzo del día. Una dura cuesta por un camino paralelo a la carretera general que se salva con tesón con sólo mirar la cercanía de nuestro destino. A la entrada de Fonsagrada las piernas te llevan directamente al primer bar, donde dan ganas de acabar con sus reservas de agua, zumo o cerveza y donde nuevamente me sellan la credencial. Tras reponer líquidos nos dirigimos al autobús donde nos estaba esperando Ricardo para llevarnos de vuelta a Asturias.

Tiempo de la ruta: 7 horas.
Dificultad: Media.
Calorías gastadas: 3.217
Faltan a Santiago: 171,9 kms.
Una palabra: +lluvia.


Foto tomada en el pueblo de Castro, que poco se ven ya estas imágenes por Asturias.




Uno de los tramos que tuvimos que hacer hoy por carretera antes de iniciar el Puerto del Acebo.




Una de las últimas y hermosas vistas de Asturias antes de entrar en tierras Gallegas.




La hermosa iglesia de Santa María Magdalena de Penafonte, construida en e año 1.605.




Coronando el puerto del Acebo.





Dejamos Asturias y entramos en tierras Galegas.




Parada para repostar en un diminuto barín bajando el puerto del Acebo, donde muy amablemente nos sellaron la credencial.



El avituallamiento después de la caminata de toda la mañana.



Un pequeño descanso en una bonita capilla del camino ya en tierras gallegas.





Ultimo tramo del día antes de llegara a Fonsagrada.




Los peligros del peregrino.



Y por fin en el bonito pueblo de Fonsagrada.

viernes, 14 de mayo de 2010

5ª Etapa Pola de Allande-Grandas de Salime


No sé que recuerdo me quedará de las etapas que me faltan para llegar a Santiago de Compostela, pero el recuerdo que me queda de estos dos días realizando dicho camino quedará gravado en mí para siempre a pesar del malísimo tiempo que tuvimos los dos días.
Por una parte el paisaje tan increíble del primer día en la etapa Pola de Allande-Grandas de Salime, atravesando unos magníficos bosques de hayas y robles los cuales no pude casi fotografiar debido al diluvio universal que nos cayó encima bajando hacia el embalse de Salime y luego los paisajes tan distintos de los pueblos asturianos de esta zona que nada tienen que ver con la zona centro y la zona oriental de Asturias, y como no destacar la magnifica organización tanto de las guías que nos llevan por estos caminos como la perfecta organización con el autobús que nos está esperando cada cierto tiempo por si alguien “rompe” y el magnifico hotel de cuatro estrellas con spa incluido (estos son los albergues que a mí me gustan) que nos puso el club de La Fresneda con su magnifica cena incluida y el perfecto picnic del domingo para que nos despreocupáramos de tener que comprar la comida.





Saliendo de La Allandesa donde desayunamos.




Ayuntamiento de Pola de Allande, punto de partida de esta quinta etapa.




Los primeros pasos del día por el pueblo de Pola de Allande.







Caminando por el primer bosque de hayas y robles y salvando los arroyos del Nisón por puentes de madera, esta zona es verdaderamente preciosa.




Jesús, el fotógrafo oficial del grupo.



La etapa que realizamos el sábado 8 de marzo del 2010 fue Pola de Allande-Grandas de Salime, salimos a las 8 de la mañana del Club de Campo La Fresneda en dirección a Pola de Allande con una lluvia insistente que no nos abandonaría en todo el día, llegamos a Pola de Allande donde nos dejó el autobús para luego ir todos a desayunar a la Allandesa, (uno de los grandes restaurantes de Asturias), donde teníamos encargado el desayuno, después de un buen pinchín de tortilla con su correspondiente café, emprendemos la larga caminata que nos espera hoy hasta Grandas de Salime.
Salimos desde el mismo ayuntamiento justo en frente de la Allandesa siguiendo la carretera principal a lo largo de un kilómetro más o menos en suave ascensión hasta tomar a mano izquierda un camino, pronto encontramos el cruce del desvío al albergue de Peñaseita, la aproximación al Puerto del Palo es larga y va ganando altura lentamente, de forma casi imperceptible.
Proseguimos nuestro camino y pasamos por la aldea de La Reigada el entorno es magnifico, nos saludan algún que otro campesino que nos desean buen camino, seguimos ahora por un tupido bosque de hayas y robles y salvando los arroyos del Nisón por puentes de madera, esta zona es verdaderamente preciosa y aprovechando el magnifico bosque nos detenemos para hacer la primera parada del día, refrescarnos un poco y contemplar tan magnífico bosque rodeados de una vegetación impresionante, en esta zona creo que aprovechamos todos para hacer un montón de fotos ya que la lluvia nos había dado una tregua.
A partir de este punto comienza el primer rompepiernas del día el Puerto del Palo, sin duda alguna el mayor desnivel de todo el Camino Primitivo, se asciende desde los 524 metros de altura hasta los 1.150 de su cima, pero desde mi punto de vista a pesar de ser uno de los recorridos más fatigosos es a su vez uno de los más gratificantes de todo el Camino Primitivo.
Al poco volvemos a salir a la carretera bajo una lluvia insistente y la cruzamos, y ahora sí, la subida se endurece de narices, cogemos otro sendero que en línea recta y en durísima subida nos sitúa en una fuente ya a escasos metros de la cima, en esta fuente de nuevo aprovechamos todos para beber como auténticos camellos después del esfuerzo y esperar a agruparnos todos ya que estábamos verdaderamente distanciados unos de otros a causa de las pronunciadas subidas del Puerto del Palo, después de recuperar un poco el aliento arrancamos nuevamente entre lluvia y una espesa niebla y con una temperatura mas bien baja acometemos un par de potentes rampas como traca final y por fin llegamos al Puerto del Palo (1.150m) donde podemos ver entre la niebla y el frío al autobús que nos estaba esperando para hacer un pequeño descanso y aprovechar para coger algo de comida del mismo.
Una vez repuesto fuerzas todos juntos en un lateral de autobús para que nos diera el menos aire posible, emprendemos nuevamente la marcha entre una densa bruma y algún que otro nevero justo por la otra vertiente por una bajada que entre la piedra suelta del camino y la lluvia insistente la hacían bastante desagradable.
Después de dicha bajada llegamos al bonito pueblo de Montefurado, donde hubo hospital de peregrinos.
Montefurado es pequeño pueblo en el que hoy en día ya solo vive un vecino en el que hay un pequeño grupo de casas antiguas casi abandonadas en su totalidad, mientras esperábamos nuevamente a agruparnos todos aprovecho para dar un pequeño paseo por el pueblo hacer unas fotos y hablar un poco con el único vecino, el cual me enseño muy amablemente sus cuadras y su ganado y me presento a su magnífico mastín que más tarde se haría la foto con todo el grupo y que el pobre era tan cariñoso que llegaba incluso a ser pesado con tal de que lo acariciaras, todo un personaje el famoso perro que tan conocido es entre los peregrinos.
Bueno pues después de hacernos todos la foto de grupo en la capilla de Santiago de Montefurado aprovechando un momento que dejo de llover emprendemos de nuevo el camino, iniciamos otra subida y la posterior bajada, siempre por senderos y caminos de tierra con unas vistas verdaderamente impresionantes de todo el valle y siempre acompañados de los molinos eólicos tan numerosos por toda esta zona. Más adelante salimos a una carretera secundaria y llegamos al pueblo de Lago donde paramos a hacer una foto de su iglesia y del majestuoso tejo que hay al lado de esta, uno de los más grandes de Asturias y en perfecto estado de conservación, al poco encontramos el bar del pueblo lo cual es para mí toda una alegría ya que nos permitió a muchos tomar una cervecina rápida, charrar un poco con los dueños y reponer fuerzas.
Proseguimos ahora nuestro camino ya sin ninguna dificultad charrando y contemplando el magnífico paisaje y llegamos después de caminar tranquilamente unos tres kilómetros por un magnifico pinar de repoblación que es digno de contemplar por su magnífica conservación a Berducedo, donde nos esta esperando de nuevo el autobús para que recojamos las mochilas en las que tenemos las viandas.
Berducedo es el último pueblo del concejo de Allande y este pueblo cuenta con albergue, tienda y bares, también dispone de un par de mesas y bancos en una pequeñísima área recreativa donde parte de la expedición aprovecha para comer y otros más frioleros como yo preferimos comer dentro del bar-tienda donde muy amablemente nos dejan comer sin ningún problema.
Una vez fartucos y tomado el cafetín con gotes para preparar de nuevo las piernas, emprendemos de nuevo la marcha hacia Grandas de Salime, en este punto de la ruta hay gente que prefiere ya ir en autobús dado que sigue lloviendo y que hasta Grandas todavía nos queda un buen montón de kilómetros con la dura bajada hasta el pantano, de todos modos el mero echo de haber llegado hasta Berducedo ya es más que suficiente para el primer día.
Bueno pues al final de los 55 que empezamos en Pola de Allande proseguimos el camino 35 que no está nada mal, así que venga animo y a seguir caminando que se nos hace tarde.
Salimos de Berducedo por un camino en fuerte subida y poco después seguimos una pequeña carretera secundaria hasta el bonito pueblo de La Mesa, donde hay un pequeño albergue situado en las antiguas escuelas donde aprovechamos todo el grupo para sellar nuestra famosa credencial que poco a poco se va llenando de sellos.
Proseguimos ahora en fuerte subida, 200 metros de desnivel en algo más de un kilómetro y en lo alto podemos contemplar como desfilan una hilera de molinos eólicos a los cuales poco a poco nos iremos acercando hasta casi tocarlos con la mano, las vistas desde lo alto son otra vez verdaderamente magníficas.
Proseguimos nuestra caminata y llegamos al diminuto y precioso pueblo de Buspol siempre acompañados por la lluvia insistente que no nos abandonaría en todo el día, hacemos una pequeña parada para volver a agruparnos todos en la preciosa y diminuta capilla de Buspol mientras esperábamos atechados en dicha capilla nos adelantas tres peregrinos de Madrid que se santiguan al pasar por ella y que más adelante conoceremos.
A partir de Buspol nos avisan que comienza la impresionante bajada hacia el embalse de Salime y que posiblemente sea la más larga y dura de todas las bajadas que hay en todos de los Caminos de Santiago, pirineos aparte.
Esta bajada tan espectacular era la que tanto impresionaba a los peregrinos de otras épocas que bajaban hasta el pueblo de Salime a orillas del Navia y que discurría por profunda garganta la cual debían de cruzar a gran altura por el viejo puente. Tanto el antiguo pueblo como el puente están actualmente cubiertos por las aguas del embalse.
Empezamos dicha bajada siguiendo una pista ganadera de tierra y piedra, al poco ya podemos divisar a lo lejos la presa y el pueblo de Grandas de Salime, nada más comenzar la dura bajada por esta pista ganadera ya no nos llovía si no que nos diluviaba y por eso la falta de fotografías en este precioso bosque de castaños y robles que nos acompaño durante buena parte del camino.
La bajada que más que tener una inclinación excesiva lo que tiene es una duración que parece que no se va a terminar nunca, se divide en tres zonas, la primera que es la menos agreste pasa por una zona rasa y despoblada y tras un par de kilómetros por esta zona nos internamos en un precioso pinar para luego girar a la izquierda (no os quiero ni contar la mojadura impresionante que ya teníamos en este punto del camino), por un sendero que para mí fue lo más bonito de todo el día, un increíble bosque de robles y castaños con un verde que en esta época del año era verdaderamente espectacular y me imagino que esto en otoño tiene que ser algo precioso.
Al final de dicho bosque la senda llega a la misma AS-14 (ver foto) que nos guía a continuación y en corta caminata hasta la presa del embalse.
Este embalse se construyo entre los años 1948 y 1954. Las obras preparatorias y accesorias fueron de enorme envergadura. Se construyeron túneles para desviar el río, almacenes, carreteras, planos inclinados, un teleférico para transportar el material de 36 kilómetros de longitud que llegada hasta el puerto de Navia.
Llegaron a trabajar unos 3.500 obreros y se construyeron varios poblados para alojarlos con sus familias los cuales todavía se pueden ver hoy pero ya están totalmente abandonados.
Cuando se terminó en 1954 era el más grande de España y el segundo de Europa.
Bueno como iba diciendo por fin llegamos hasta la presa donde en el otro lado de dicha presa nos estaba esperando el autobús para dar por concluida la primera etapa del día, esperamos a que llegara todo el grupo ya que con la dura bajada entre los primeros y los últimos casi había media hora de diferencia.
Pues una vez todos en el autobús con una mojadura impresionante nos acercamos hasta Fonsagrada donde nos tenían reservadas las habitaciones en el magnifico hotel Fonte Sacra (esto son albergues y lo demás pijadas) nos damos una buena ducha caliente para quitar el frío y después a tomar una cerveza antes de pasar todos juntos a cenar dicho hotel, una vez cenado como señores y comentado todo lo que nos había acontecido durante toda la jornada yo me tome mi cola-cao de los sábado (gim-tonic en vasu de sidra con mucho hielo) y para la cama que mañana hay que madrugar que nos espera otra dura caminata.
Pablo Lara.

Tiempo de la ruta: 8 horas 30 minutos.
Dificultad: Alta.
Calorías gastadas: 4.175
Faltan a Santiago: 195,5
Una palabra: Diluvio.




Subiendo las duras cuestas del puerto del Palo.










Una vez en el alto del puerto del Palo el frío era intenso e incluso encontramos algún que otro nevero y donde ya nos esperaba el autobús para hacer el primer avituallamiento.








El pequeño pueblo de Montefurado, donde solo vive un vecino, y su capilla donde nos hicimos la foto todo el grupo con el famoso mastín.





Poco a poco nos vamos aproximando al pueblo de Lago.






El pueblo de Lago con su magnífico Texu y su chigre donde aprovechamos para refrescarnos un poco por dentro.





Llegando al pueblo de Montefurado donde mas tarde comeriamos.





Atravesando un bosque de pinos con su cortafuegos en perfecto estado de revista.




Salimos del bosque de pinos y nos dirigimos al pueblo de La Mesa.





Llegando al pueblo de La Mesa donde ya había más peregrinos.




Las antiguas escuelas del pueblo son ahora albergue de peregrinos, donde aprovechamos para sellar la credencial.




Un perrín del pueblo de La Mesa nos despide y nos desea buen camino.





Los molinos que veíamos tan lejos a la salida del pueblo después de la dura subida cada vez los teníamos más cerca.





Llegando a la capilla de Buspol.





Atechandonos un poco de la lluvia para prepararnos para la dura bajada hasta la presa de Grandas de Salime.





A lo lejos ya podemos ver nuestro destino de hoy la presa y encima el pueblo de Grandas de Salime.




El impresionante bosque que había en la bajada hasta la presa.




A mitad de bajada ya podíamos ver perfectamente la impresionante presa y un poco por encima de esta el autobús que ya nos estaba esperando.



Salimos del magnífico bosque y llegamos a la civilización.





Tan lejos que veíamos la presa al principio y por fin la atravesamos y damos por finalizada la jornada de hoy un recorrido verdaderamente precioso.




Después de todo el día caminando toca una buena cena y charrar un poco de lo acontecido en dicha jornada.