martes, 31 de agosto de 2010

8ª Etapa O´cadavo - Lugo


Después de un buen desayuno en el Hotel emprendemos la ruta de hoy día 20 de junio del 2010 a eso de las ocho y media de la mañana con un tiempo espléndido de sol y temperatura a esas horas de la mañana, el autobús nos acerca hasta O´cadavo donde habíamos terminado ayer la ruta anterior, hacia las nueve de la mañana emprendíamos todos juntos y con gran animo la ruta de hoy que nos llevaría hasta Lugo.
Para comenzar la mañana empezamos con una pronunciada subida de unos dos kilómetros de buen camino hasta el alto de A Barqeriza, en este punto y después de refrescarnos un poco por la dura subida y por que el sol ya empieza a picar cogemos una pista muy bien marcada que nos conduce hasta la ermita de Ntra. Sra. Del Carmen.
Al poco llegamos a Viladave, donde hubo una comunidad franciscana dedicada, desde mediados del siglo XV, a atender a los peregrinos.
De aquel convento se conserva la iglesia, declarada Monumento Nacional de estilo gótico, de mediados del siglo XV, tiene una única nave y presbiterio cubierto de bóveda de crucería, reformado en el siglo XVII por Diego Osorio Escobar.
En este punto nos agrupamos todos para hacernos la foto de rigor todo el grupo en tan magnifico lugar llamado por mucha gente la Catedral de Castroverde.
Poco a poco y con un sol ya de justicia pero sin ninguna dificultad llegamos hasta el último bar que encontraremos hasta nuestra llegada a Lugo, ya que desde aquí solo encontraremos por el camino máquinas expendedoras de refrescos y de aperitivos, así de moderno está el camino, como se echa de menos algún bar-tienda donde tomar una cervecina fresca y echar una parrafada con los lugareños.
Proseguimos nuestro camino después de tomar un merecido refrigerio en dicho bar que estaba pegado a la Casa do Concello y de aquí proseguimos nuestro camino hasta Souto de Torres donde nos hacemos unas cuantas fotos en un hermoso Cruceiro y aprovechamos para refrescarnos un poco.
Desde este punto proseguimos nuestra andadura hasta Santa María de Gondar donde pararemos a comer en una estupenda casa particular con bonito patio a la sombra de una parra y una máquina expendedora donde pudimos saciar nuestra sed y disfrutar de nuestros bocadillos cedidos por la organización, que como siempre no pierden detalle en ningún momento.
Después del almuerzo y de un pequeño pero merecido descanso, emprendemos nuestro camino de nuevo en dirección hacia el ansiado Lugo, nos toca ahora caminar un poco por carretera que es lo que menos nos gusta pero de vez en cuando no nos queda más remedio así que todos en fila india como en el colegio proseguimos nuestro camino.
Al poco nos salimos de la carretera para coger un camino que se nos hizo a todos interminable por lo monótono que era y por que el sol nos estaba machacando duramente y la gente ya empezada a dar verdaderos síntomas de cansancio y agotamiento, pero bueno poco a poco y dándonos ánimos unos a otros llegamos por fin y derrotados del todo a la entrada amurallada de Lugo.
Ya casi sin fuerzas nos dirigimos hacia al albergue de peregrinos para que nos sellaran la credencial, una vez sellada visita relámpago a la catedral ya que no disponíamos de mucho tiempo y por fin y gracias a Dios a sentarse en una terraza de la Plaza Mayor a tomar una más que merecida jarra de cerveza helada, por cierto con el calor y la sed que tenía me impactó mucho más esta cerveza que todo Lugo, espero poder visitarlo con más calma en la próxima etapa.

Distancia: 28 Kilómetros.
Quedan a Santiago: 100 Kilómetros
Tiempo: 7 horas.
Dificultad: Media-Alta (debido a lo monótono de los últimos kilómetros y al sol de justicia que nos cayo a plomo toda la tarde).
Una palabra: Sol. (por fin).



Primeras rampas del día entre hermoso ganado ya con un sol mañanero que se agradecía a esas horas.






Primer agrupamiento de la mañana.








Llegada y visita al bonito pueblo de Viladave.





Algún que otro perrín se sorprende y nos saluda al ver tanta gente pasar delante de sus casas.





Un hermoso bosque en mitad del camino que nos protegía del intenso sol, como se agradece.




Un poco de carretera antes de afrontar los últimos kilómetros antes de llegara al ansiado Lugo.











EL PRIMER TRAGO DE CERVEZA

El primer trago de cerveza después de una etapa del Camino de Santiago, o porque no, después de cualquier ruta de montaña es el único que vale la pena. Los siguientes cada vez más largos, sólo te dejan una sensación de abundancia despilfarrada. ¡El primer trago! Empieza mucho antes de la garganta y de los labios, ya aparece en el último tramo de la ruta cuando empiezas a soñar con esa copa helada sacada del congelador que contiene ese néctar de los dioses sedientos que se llama cerveza.
En los labios aflora ya ese oro burbujeante, frescor amplificado por la espuma, y lentamente en el paladar un placer de amargor. ¡Que largo parece el primer trago, casi como la etapa del día!. Se bebe de un tirón, en realidad todo está escrito: la cantidad, ese ni poco ni mucho que constituye el único ideal; el bienestar inmediato rematado por un suspiro, un chasquido de lengua o, tan importante como estos un silencio, supongo que esta sería la bebida favorita del Apóstol Santiago (Santi para los amigos).
Al mismo tiempo después del primer trago somos conscientes de que lo mejor a pasado.
Apoyamos el vaso, e incluso lo alejamos un poco, saboreamos el color, falsa miel, sol frío.
En la pared del vaso leemos con satisfacción el nombre concreto de la cerveza que habíamos pedido. Continente y contenido pueden interrogarse, creo que casi nos cuenta el duro camino realizado en el día de hoy hasta aquí, hasta Lugo.
Los siguientes tragos aunque sabrosos ya solo son para intentar recordar ese primer trago después de lo caminado.
En definitiva una placer amargo: bebemos para olvidar ese gran primer trago.
La hermosa cerveza que está en la foto fue tomada en la Plaza Mayor de Lugo con gran satisfacción después del duro día de caminata.
Pablo Lara.