jueves, 21 de marzo de 2013

Ruta andariega Gijón-Covadonga

Hace ya unos cuantos años que empecé a realizar esta ruta, para ser más concreto la primera vez que la hice fue en el año 2000 con el grupo de montaña del club Natación Santa Olaya de Gijón.
Casi siempre la hice andando, unas veces con amigos, como Pablo Piquero o con con Api otro año, otras veces la realicé yo solo, y también como no en bicicleta, un año con Carlos y otro año con el amigo Pichi, pero para mí como mas la disfruto sin ningún lugar a dudas es caminando y por suerte la Santina siempre estuvo de mi lado ya que en todos estos años no me llovió ni una sola vez, aunque lo de este año el calor que pasamos es una caso aparte, pero bueno eso ya lo contaré mas adelante.
Es una ruta, que aunque es larga, verdaderamente engancha, embruja y siempre te da tan buenos momentos y tan buenos recuerdos que te anima a realizarla año tras año.
Es extraño que el que la realiza una vez no la vuelva a realizar algún año mas tarde o empiece a realizarla si le es posible todos los años como es mi caso y el de mucha gente de toda Asturias.
Esta larga y preciosa caminata te hace pasar por unos paisajes impresionantes atravesando los concejos de Gijón, Villaviciosa, Piloña, Parres y Cangas de Onís.
La ruta está marcada por gentileza de la Tertulia Cultural el Garrapiellu que la denominaron como "Travesía andariega Xixón-Cuadonga" y que tan buen labor hicieron acercándonos a tantos asturianos esta fenomenal ruta y marcándola con los famosos garrapiellos (ver fotos).
Otro personaje famoso ya en toda Asturias y gran impulsor y divulgador de esta ruta es el amigo Xurde Morán que ya por el año 1998 sacara un primer libro sobre esta ruta el cual se agotó en muy poco tiempo y este mismo año a sacado otro libro sobre la ruta renovado y con datos actualizados, toda una obra maestra y de gran servicio para los que amamos y disfrutamos con esta magnífica ruta Gijón-Covadonga, por supuesto este año el libro fue fundamental en mí mochila para realizar el "Camin a Cuadonga".
Este año 2012 la ruta la realicé con María y la verdad es que hacía tiempo que no veía caminar a nadie con tanta fortaleza soltura y pundonor, porque aunque sufrimos mucho con la famosa ola de calor que hubo en estas fechas y a pesar de sus heridas en los pies y un fuerte dolor en una rodilla por una lesión que arrastra desde hace tiempo la realizó sin quejarse en ningún momento, poca gente conocí con tanta fuerza de voluntad, también es cierto que está todo el día por el monte como las cabras y no es su primera vez en
esta peregrinación hasta Covadonga, aunque para ella este año era especial ya que se trataba de una promesa.
La ruta oficial sale del lavadero de Deva pero nosotros este año quisimos hacerla desde la iglesia de San Pedro, sitio emblemático para los de Gijón, añadiendo unos once kilómetros mas.
Es la primera vez y espero que no sea la última que la realizo en tres días, haciéndola mas llevadera y pudiendo disfrutar muchísimo mas de la larga caminata que es de lo que se trata, contemplando y disfrutando paso a paso de todo lo que encontramos por el camino, paisaje, casas, hórreos y molinos, pudiendo charrar con la gente de los pueblos y disfrutar sin prisa de un buen culin de sidra y de una buena tapa por el camino ya que no es solo caminar, también hay que disfrutar de todo lo que nos ofrece esta magnífica ruta de peregrinación a Covadonga.
¿Qué porqué realizo la ruta todos los años?, pues no lo sé la verdad, ya que no soy hombre de grandes creencias religiosas, aunque algo si que me tira la Santina para que voy a engañar a nadie. Mucha gente la realiza por disfrute y deporte de montaña como yo, otras por promesas a la Santina, como María.Yo desde aquí se la aconsejo muy mucho a todo el mundo y si la pueden hacer en tres días como yo la realicé este año la disfrutaran muchísimo mas.



Primer día:

Iglesia de San Pedro (Gijón) - Sietes (Villaviciosa)

A las nueve de la mañana preparados en la iglesia de San Pedro para iniciar la ruta hasta Covadonga.


15 de agosto del 2012
Hacia las ocho y cuarto de la mañana salgo de casa, paro a comprar un poco de fruta y chocolate en la tienda de Quique, una tiendina de barrio de toda la vida, concretamente del barrio del Carmen de Gijón, procuro pasar en la medida de lo posible de los Alimerkas, Árboles, Masymas y Mercadonas, hay que hacer gastu en las tiendinas de toda la vida de las que están abiertas hasta las diez de la noche y nos tratan por el nombre como a un amigo mas. Caminos unos pasos mas adelante y entro en la churrería, un bar que es todo un clásico en el barrio del Carmen y en el que ponen los mejores pinchos de toda la zona, en verdad se llama bar el Carmen pero como hace cuarenta años era una churrería pues la gente del barrio lo sigue llamando la churrería de Luis y Mari, todo un clásico de Gijón.
-Donde vas tan temprano Lara., -pa Covadonga, -no me jodas que ya paso otru añu -pues si Luisín ya paso otru añu, -entra a comer un pichín y un cafetín, no se entere la Santina que vas con fame.
Después de dicho café y pincho pongo rumbo a la Iglesia de San Pedro en la playa de Gijón, lugar donde había quedado con María a las nueve de la mañana y sería nuestro punto oficial de salida hacia Covadonga. A lo lejos ya la puedo ver haciendo estiramientos y preparándose para la larga jornada de hoy.
Saludos besos y abrazos y sin mas emprendemos la marcha hacia Sietes que será el final de nuestra preciosa caminata del primer día, hora de salida las nueve en punto, temperatura a esa hora 22 grados, casi nada.
 El día no puede ser mas espléndido, un cielo totalmente despejado, un sol que ya calentaba a esa hora y no era para menos ya que según los pronósticos sería la ola de calor en Asturias mas grande de las últimas dos décadas, puedo asegurar que no se equivocaron en nada, ya que el intenso calor en algunos tramos nos hizo sudar la gota gorda y sufrir como hacía tiempo que no sufríamos caminando a causa del calor.
 Como a esa hora de la mañana había marea baja y no tenemos ninguna prisa decidimos caminar toda la playa por la arena y disfrutar del impresionante olor a mar que hay a esa hora de la mañana en la playa de Gijòn, con el magnífico día que hacía ya había gente madrugadora bañándose, corriendo y paseando a algún que otro perrín, da gusto caminar por la playa tan temprano con un día de verano tan espléndido, hacia la altura de la escalera 14 me dice María que ella no había desayunado y que mejor que sentarse en una terraza del muro de San Lorenzo a comer un pinchu tomar un café y un buen zumo de naranja, -vamos bien si ya paramos al primer kilómetro de comenzar la ruta, que era lo que me marcaba el GPS, pero bueno, vinimos a pasarlo bien y a disfrutar y no tenemos ninguna prisa ya que este año la vamos a realizar en tres días disfrutando en todo momento de la ruta andariega Gijón-Covadonga.
 Después del primer tentempié de la mañana, colocamos las mochilas y pa lante, cogemos la senda que sale de la misma desembocadura del río Piles y en un momento nos ponemos a la altura del estadio del Molinón, seguimos por la marcada ruta ciclo-turista, pasamos por debajo de la rotonda de la Guía y nos situamos en el comienzo de la ruta del río Peñafrancia, la cual ya tengo comentada en este blog.
 Casi toda esta bonita ruta va acompañando al río Peñafrancia, ruta muy asidua por los gijoneses tanto para pasear, para andar en bicicleta o correr. Esta ruta nos conducirá sin perdida ninguna hasta el Güeyu de Deva, punto oficial del inicio de la ruta andariega Gijón-Covadonga.
 Seguimos nuestro camino y pasamos al lado del famoso Caballo de Trolla (ver foto) del club Hípico Astur, pasamos bajo un puente y nos acercamos a la Escuela de Marina Mercante y al Campus Universitario, bajo un sol y un calor que nos hacia predecir lo que íbamos a sufrir con el calor en esta ruta de hoy, llegamos al precioso campo de golf del Tragamón, donde podemos contemplar la magnífica restauración del molín de Sarafín, pasamos al lado de una fuente donde se puede descansar y echar un buen trago de agua, al poco llegamos al camino de La Isla que nos acercará en poco tiempo a la espléndida Carbayera del Tragamón, declarada monumento natural en el año 2003 gracias a sus magníficos carballos y sus impresionantes castaños, árboles los cuales alguno de ellos sobrepasa los 500 años de antigüedad. La marcada senda nos conduce entre casas de aldea, hórreos, cuadras y paneras nuevamente a la orilla del río, dejándonos ver a lo lejos la Universidad Laboral, llegamos ahora a una zona arbolada donde encontramos una gran cantidad de caballos que nos llamaron la atención, parece mentira que con tanto árbol, vegetación y el río a nuestros pies estemos a dos pasos de Gijón.
 Salimos ahora a la carretera de Deva como siempre por una sendero perfectamente indicado, un poco mas adelante llegamos a la Quinta del Conde con su gran entrada de piedra y con sus escudos que nos recuerdan otras épocas mas antiguas, seguimos nuestro camino por la sombra de la arboleda y llegamos a la iglesia, proseguimos nuestra cómoda andadura por la sombra de estos magníficos árboles “catalogados como árboles notables de Gijón” y llegamos como quien no quiera la cosa al Güellu de Deva, sitio oficial donde comienza la afamada ruta Gijón-Covadonga.
 Como dije al principio nosotros alargamos la ruta unos once kilómetros mas, los cuales nos llevaron mas o menos unas dos horas desde la Iglesia de San Pedro hasta aquí contando la parada, por lo que en este precioso labadro de Deva aremos nuestra primera parada para descansar un poco y repostar agua.
 Este famoso lavadero es siempre un sitio muy concurrido por caminantes y cicloturistas de Gijón ya que es donde termina la famosa ruta del río Peñafrancia, siempre encontraremos bicicletas aparcadas, gente repostando sus cantimploras o gente haciéndose fotos ya que es un sitio muy especial para la gente de Gijón, incluso José Luis Garci rodó parte de la primera película española con un oscar en este sitio tan especial y bucólico.
 Después de descansar un poco escuchando el sonido del agua que cae de la pequeña presa que forma el río debajo del puente, rellenamos nuestras cantimploras, colocamos de nuevo las mochilas, nos despedimos de una amable familia de cicloturistas y emprendemos de nuevo nuestra marcha que oficialmente acaba de comenzar aunque como dije antes, nosotros ya llevamos lo nuestro.
 Ponemos rumbo a la ermita de la Virgen de Peñafrancia que ya la podemos divisar desde el lavadero que acabamos de abandonar, que sorpresa tan agradable cuando estamos llegando a dicha capilla y encontramos a la puerta un coro de mujeres de la parroquia cantándole a la virgen (ver foto), talmente parecía que era una señal que nos daba ánimos y fuerzas para realizar nuestra peregrinación de tres días hacia Covadonga. Después de contemplar y admirar a aquellas mujeres cantándole a la virgen de Peñafrancia a esas horas tan tempranas, proseguimos nuestra tranquila andadura y llegamos a uno de los merenderos mas famosos de Asturias y por supuesto un clásico para todos los gijoneses que no es otro que el merendero el Chabolu de Deva, no creo que exista algún gijones que no haya pasado alguna tarde en este famoso merendero tomando unas sidras una tortilla y unos chorizos a la sidra, todo un clásico del verano gijones. Desde el Chabolu sale una carreterína que a la sombra de castaños, laureles y hayas nos conducirá en dura subida hasta un conjunto de casas y hórreos con sus respectivas huertas y como no con sus gallinas sueltas por delante de la casa y algún que otro perro que nos sale a saludar, algo que nos pasará muy a menudo durante toda la ruta y que para mí es algo que me encanta que me vengas a saludar los perrinos moviendo su cola y agradeciéndote que los acaricies un poco, llegamos así a un panel informativo de la ruta donde nos hicimos la foto oficial, no faltaría mas, durante el largo camino hasta Covadonga encontraremos unos cuantos paneles como este los cuales nos indican en un mapa de Asturias cual es nuestra posición respecto a la ruta que estamos realizando.
 Cruzamos la carretera de Peón y cogemos un camino entre árboles y praderías repletas de ganado vacuno y alguna que otra finca muy bien cuidadas y siempre siguiendo los famosos garrapiellos que nos conducirán sin perdida hasta Covadonga, volvemos a pasar por encima de los ruidosos túneles de la autovía, ya que justo encima de estos se encuentran los generadores que dan luz a los túneles y que por desgracia producen un ruido atronador, no se como los vecinos de esta zona no ponen remedio a este ruido el cual tienen que soportar las veinticuatro horas del día, volvemos a salir ahora a una guapa zona de casas de aldea y chales donde muy amablemente ya nos empieza a preguntar las gentes de las casas que están atendiendo las huertas que si nos dirigimos a Covadonga, y como siempre muy educadamente nos dan ánimos y nos desean suerte en esta famosa peregrinación.
 Salimos ahora del concejo de Gijón y entramos en uno nuevo para nuestra andadura, el concejo de Villaviciosa, llegando así al famoso restaurante para bodas El Pinal, desde este punto y hasta el Alto del Curbiellu será todo en pronunciada subida paro sin ninguna dificultad para el caminante, pasando por típicos caseríos de aldea y con impresionantes vistas hacia la zona de Quintes donde incluso podemos apreciar a lo lejos la playa España, la única dificultad que teníamos era ya el sol abrasador que junto con el calor que desprendía el asfalto ya nos hacía caminar mas lento de lo que teníamos pensado.
Los primeros pasos de la ruta los hicimos por el arenal de la playa de Gíjón.



Reflejados en la caseta de los salvamentos en la escalera doce.



Mirando hacia atrás el río Piles, mirando hacia adelante el estadio del Molinón.



La rotonda de la Guía, donde comienza la senda del río Peñafrancia.



En este punto se juntan el río Piles con el río Peñafrancia.



El famoso caballo de Trolla del CHAS.


El precioso campo de golf del Tragamón, el magnífico y bien cuidado molín de Serafín.



Pasando al lado de la champanera de Villavisiosa.



La impresionante arboleda de la carballera


Con gran sed debido al calor y no con menos hambre ya que mas o menos eran las doce y media y esto del caminar da mucha fame, llegamos al famoso bar-tienda del Curbiellu, todo un clásico de esta ruta andariega, dejamos nuestras mochilas en unos bancos que hay a la entrada del chigre y una vez mas y como pasa en muchos de estos bares-tienda (una de mis grandes debilidades de la Asturias profunda), parece que entras en la máquina del tiempo y pasas a estar en otra época vivida en Asturias, entramos en el local y ya nos recibe un olor a fabada que yo creo que fui dejando un reguero de saliva hasta la barra, en el local gente de la parroquia, unos tomando un bocadillo y una botellina de sidra mientras hacen un descanso en sus labores del campo en zapatilles y con les madreñes en la puerta, otra gente ya jubilada tomando su primera pinta de vino del día, nos acercamos a la barra y nos atiende la señorina de siempre con una gran amabilidad como todos los años, -que vais pa Covadonga, menudo calor vais pasar neninos, preparaibos, -le pedimos dos aguas las cuales bebemos de un solo trago y muy simpática la señorina nos dice, -madre de Dios neninos como vos costó subir el Curbiellu con la sede que traéis, -para el segundo desayuno yo le pido un pinchin de jamón, esas fueron las palabras y María pidió una tapa de queso, a los diez minutos nos trae, media barra de pan con unas buenas lonchas de jamón y una buena tapa de queso, bueno lo que quería decir es que todavía quedan sitios donde da gusto parar y charrar un poco con la gente del pueblo y donde aparte te tratan con suma amabilidad a unos precios irrisorios, ya que por cuatro aguas un pedazo de bocadillo de jamón y una ración de queso no llegó ni a ocho euros, casi casi como en muchos sitios de veraneo en Asturias que si te agachas ya sabes lo que pasa.
Pues una vez almorzado por segunda vez colocamos de nuevo las mochilas y emprendemos de nuevo el camino hacia Peón que es nuestro próximo y cercano objetivo. Caminamos unos metros por la carretera y enseguida encontramos una desviación hacia la derecha bien marcada por un Garrapiellu que nos indica el camino a seguir, desde este punto tenemos unas magníficas vistas de todo el valle de Peón atravesado por el río España el cual desemboca en la playa del mismo nombre.
Como digo cogemos esta desviación a la derecha y nos adentramos en un pequeño bosquete que en pronunciada bajada y entre eucaliptos, hayedos y helechos en camino de piedra nos conducirá hasta las primeras casas de uno de los barrios de Peón, por esta zona encontramos a los primeros peregrinos que estaban haciendo el Camino de Santiago y que iban en dirección contraria a nosotros, los saludamos como es típico en la montaña y cada uno prosigue su camino, entramos ahora en zona asfaltada y al poco ya estamos en el pueblo de Peón, caminamos por el dejando a los lados las típicas casas de aldea donde la buena gente realiza sus labores de campo diarias, proseguimos nuestro camino totalmente llano, atravesamos por un puente el río España y llegamos a Casa Pepito, famosa parrilla y merendero de la zona, donde tanta gente de Gijón y de los alrededores se acercan a comer de parrilla y a pasar el día en su merendero.
En este punto nos disponemos a comer un plátano y un poco de chocolate porque somos conscientes de que en breve tendremos que afrontar la zona mas dura de los tres días de la ruta, pero que para cualquier persona que esté de caminar un poco y con algo de paciencia y sin prisas no tiene absolutamente nada de dificultad, sí es cierto que para nosotros se nos hizo muy pesada debido al intenso calor del día, porque no creo que os podáis imaginar el calor que pasamos en la ruta este año, creo que no se me olvidará nunca.
Bueno pues una vez preparados para afrontar la única dura subida del día cogemos carretera adelante siempre siguiendo las famosas indicaciones que encontramos durante todo el camino, seguimos atravesando caseríos y fincas donde algún perro que otro, o nos viene a saludar, o nos ladra diciéndonos que es él quien manda en la finca y que prosigamos nuestro largo camino, mirando de frente ya vemos nuestro destino el Alto la Cruz y si miramos hacia atrás podremos contemplar otra vez todo el valle de Peón con su conocida y alta iglesia sobresaliendo de entre todos los caseríos, llegamos ahora a las últimas casas de este barrio de Peón, desde este punto ya empezamos a escuchar los coches que circulan por la autovía, cogemos una desviación hacia la izquierda que nos llevará a pasar por encima de los túneles, a partir de aquí ya es todo un sendero que sin perdida nos llevará en pronunciada subida hasta el mismo Alto de la Cruz, depende del año en que se realice la ruta la subida será a la sombra o cayéndote todo el sol en la espalda hasta llegar al Alto de la Cruz, esto tiene una fácil explicación, desde los túneles de la autovía hasta llegar al alto es todo un bosque de eucaliptos y depende del año estarán talados o no, en los últimos años siempre me tocó ir a la sombra, ya que los eucaliptos que tanto odio por lo menos cumplían su función de dar sombra en verano al caminante, pero coño, que casualidad que este año en el que Asturias parece el desierto del Sahara, me toca hacer la dura subida con todo el monte talado, el camino estaba totalmente destrozado por las camionetas de la madera ni un solo árbol que diera sombra durante todo el camino, troncos y mas troncos que había que ir saltando como si fuera una carrera de obstáculos, incluso algún tronco de tamaño descomunal en medio del camino el cual teníamos que rodear, bueno al final y con la gran sudada que ya llevábamos por el impresionante calor y viendo lo que nos quedaba por subir y como estaba el camino de zanjas echas por las rodaduras de los camiones de la madera decidimos tomárnoslo con humor y con mucha pero mucha calca, cuando empezamos a subir creo que eran mas o menos las dos de la tarde, el sol castigándonos en su plenitud así que cada cien metros parábamos para hacer un pequeño descanso y contemplar un poco el paisaje que dejábamos a nuestras espaldas porque por donde estábamos caminando era verdaderamente horrible, barro, zanjas, baches, hondonadas, troncos y treinta y cinco grados en pronunciada subida.
Este tramo que verdaderamente se hace sin ninguna dificultad en no mas de una hora desde el bar de Pepito, creo que a nosotros este año nos llevó como poco dos horas, poco a poco y en largos zig-zag, según íbamos ganando altura las rodaduras de los camiones de la madera cada vez eran mas profundas y el camino se encontraba en peores condiciones, teniendo que dar auténticos saltos para pasar de un lado a otro del camino, durante toda esta subida por supuesto las buenas indicaciones que nos ofrecen los garrapiellos habían desaparecido por completo debido al auténtico destrozo que se hizo en esta senda, pero bueno no tiene ninguna dificultad, es todo cuesta arriba, si ves que llanea o baja, te estas equivocando. Por fin cogemos el último repecho y ya vemos la carreterina que sube al Alto de la Cruz y nos aparecen los primeros pinos que para los que hacemos esta ruta todos los años esto quiere decir que ya falta poco para llegar al ansiado alto, seguimos ahora por otra pronunciada subida que al caminarla por esta carreterina y después de lo que sufrimos por el otro camino nos parece incluso que era cuesta abajo, por fin la carretera llega al Alto de la Cruz donde vemos un cartel que así lo indica, nos quitamos las mochilas y nos tiramos en el prao a descansar después de la dura subida con el sol castigándonos en todo momento y sin un ápice de sombra.
En este punto decidimos hacer nuestra comida y terminar nuestra poca bebida que nos quedaba, descansamos un poco a la sombra, ya que en el alto ya empiezan los árboles a hacer su buena labor y al poco frescos como lechugas emprendemos de nuevo nuestro camino. 
 Desde este punto y hasta el final de nuestra etapa de hoy ya es un verdadero paseo.

La Universidad Laboral nos acompañará durante parte de nuestro camino.


Durante la ruta del río Peñafrancia tendremos varios puntos para descansar.


La iglesia de Deva.


Nuestra primera parada del día, el Güellu de Deva.



La ermita de Peñafrancia, donde nos sorprendieron aquellas mujeres cantándole a la Virgen a esas horas tan tempranas.



El famoso merendero El Chabolu.


Primer cartel indicativo de la ruta Camín a Cuadonga.


El famoso bar-tienda del Alto del Curviellu, atendído con gran amabilidad por esta agradable señora.


Segundo desayuno del día, yo bocadillo de jamón y ella tapa de queso, impresionante la calidad y sobre todo el precio, da gusto comer por las aldeas coño.



Cogemos ahora la carretera que comunica este punto con el Pedrosu, todo este tramo lo aremos en cómoda y tranquila bajada hasta Niévares, con tranquilidad y disfrutando de las impresionantes vistas que tenemos todo el tiempo en esta larga bajada, ya podemos ver a lo lejos la iglesia de Niévares por lo que nuestro caminar discurre en buena dirección, según vamos caminando por esta pronunciada bajada encontramos a unos peregrinos haciendo el Camino de Santiago en bicicleta y cargados como burros, pero hay que decir a su favor que ninguno de ellos se bajo de la bicicleta en esta dura subida, el último de ellos que estaba un poco mas distanciado del grupo nos preguntó que si quedaba mucho para el Alto de la Cruz, y la verdad no sabíamos que decirle para no desanimarle, así que la respuesta fue “tranquilo que vas bien y en poco tiempo estarás arriba” mentira cochina, pero bueno la cuestión era no desanimarle con el pedazo de cuesta que estaba subiendo y el calorísimo que hacía a esta hora, me dan ganas de llorar solo recordándolo.
Seguimos nuestra bajada y después de una pronunciada curva divisamos la majestuosa Torre de Niévares, que dentro de un rato caminaremos muy cerca de ella. Llegamos ahora la las primeras casas y fincas de la zona y donde el camino deja paso nuevamente al asfalto, llegamos entonces a las murallas de la Torre de Niévares, de origen Medieval, nos paramos a observarla un buen rato, le hacemos unas fotos y después de admirarla seguimos tranquilamente nuestra larga caminata.
Cogemos ahora otra carreterina local siempre bien indicada para los caminantes que nos conducirá hasta Grases, pasando por debajo del viaducto de la autovía, el tráfico durante todo el día fue casi inexistente, al poco ya estamos en el bonito pueblo de Grases, en este punto nos damos cuenta que debido al intenso calor ya estamos sin agua en las cantimploras por lo que decidimos picar en alguna casa para que nos den un buen vasu de agua fresca y llenar nuestras cantimploras, la amabilidad de la gente de los pueblos es mucho mayor que la frialdad de la gente de ciudad donde cada uno vive su vida y nadie mira para nadie. Nada mas picar en la primera casa ya nos abre la puerta una amable señorina que era fue todo amabilidad y simpatía y nos dice que tranquilos que tiene agua fresca para dar y tomar, saciamos nuestra sed llenamos nuestras cantimploras y estuvimos un buen rato charrando con la amable señora sobre nuestra andadura, lo mas gracioso fue cuando nos dijo: “tais chiflaos rapazos, dir caminando con esti calor hasta Covadonga”, muy amablemente nos despedimos dándole las gracias y proseguimos nuestro camino.
Atravesando ahora el bonito pueblo de Grases y llegamos a la Capilla de Ánimas, una de las muchas que encontraremos en nuestra peregrinación a Covadonga, dedicada a las ánimas del purgatorio, a los muertos que todavía no están en el cielo (ver foto). Pasamos dicha capilla y poco a poco nos vamos acercando a Amandi, nuestro próximo destino, todo este camino hasta llegar a Amandi en completamente llano y sin ninguna dificultad ni pérdida así que solo nos queda ir disfrutando del típico paisaje asturiano con sus caserías y sus prados llenos de ganado y de maíz en esta época del año.
Después de no mucho caminar ya vemos a lo lejos la carretera que va de Villaviciosa al Alto de la Campa lo que quiere decir que justo en el cruce tendremos un chigre donde saciar nuestra incasable sed la cual llevamos arrastrando todo el día, mas o menos eran las cinco de la tarde y con el sol como un compañero mas durante todo el día. Y por fin llegamos justo al cruce de la carretera donde está el bar Caso, en el que hacemos una buena parada para descansar un poco, al llegar todos los lugareños nos dicen que si vamos pa Covadonga y nos animas y alientan para que sigamos nuestro camino, bueno pues después de tomar tres botellas de agua cada uno (no exagero) y un super helado que nos refrescó y nos supo a gloria, nos despedimos de la amable camarera con la cual estuvimos charrando un buen rato y proseguimos nuestro camino, lo que mas cuesta después de relajarte un poco en cada parada es levantarse de la mesa porque las piernas ya empiezan a protestar, pero a los cinco minutos ya vuelven a ser las de siempre y sin problemas, palante que todavía queda un buen trecho hasta Sietes.


Desde el Alto del Curviellu emprendemos la bajada por este bosque hacia Peón, como se agradecía ya la sombra a esas horas.



Vista del valle de Peón.


El pobre de Moro que lleva unos 10 años saludándome cada vez que realizo la ruta y que viellín está el probre.


Ahora pasamos por el no menos conocido merendero de Pepito.


Y por fin llegamos al Alto la Cruz, el calor era verdadera mente insoportable con mas de treinta grados en plena subida, que dura se nos hizo.

Desde el Alto la Cruz las vistas son impresionantes con todo el Sueve al fondo.



Mucha gente encontramos en bicicleta durante todo el trayecto, a estos probes les esperaba una dura subida hasta el alto del Curbiellu.


Durante el camino muchos perrinos nos vinieron a saludar.


Cruzamos ahora la carretera con precaución ya que por esta hay mas tráfico que por las carreterinas locales en las que apenas pasan coches, atravesamos el barrio de La Parra y cogemos un desvío hacia la izquierda justo donde el bar Casa Aurelia, proseguimos y cruzamos ahora un puente de piedra de un solo arco y que nos da paso al cuidado y bonito pueblo de Amandi, al poco y en medio de las casas encontramos la pequeña capilla de San Xuan y justo en la pared trasera de dicha capilla se encuentra una estupenda fuente donde aprovechamos para cargarnos de buen agua de Amandi, cogemos el ramal que sale a mano derecha de la fuente y llegamos a la carretera que une Villaviciosa con Infiesto y nos dirigimos hacia las casas de Valbúcar las cuales ya vemos a lo lejos, al poco pasamos por delante de la sidrería La Canaliega, poco a poco vamos atravesando Valbúcar y llegamos a la imponente entrada de la finca señorial La Vega, donde dos torreones al estilo medieval con impresionante portón labrado en hierro hacen de entrada a tal majestuosa finca. En este punto al lado de la entrada de la finca encontramos un par de carteles informativos, uno de la ruta que nosotros estamos haciendo, El Camín a Covadonga, y otro la bonita y prestosa ruta de Los Molinos de Ríu Profundu, que tengo puesta en este mismo blog, por cierto muy recomendable y sencilla.
Nos metemos por esa senda que sale a la izquierda por donde iremos un buen rato protegidos por nuestra derecha por un impresionante muro de piedra que protege a toda la finca y por los incasables ladridos amenazantes de los perros de dicha finca, la verdad que nunca los llegue a ver dada la altura del muro pero año tras año los ladridos de estos perros dan bastante respeto.
Proseguimos por una zona boscosa la cual se agradece con un verdor de los árboles que nos llama verdaderamente la atención, es tal la cantidad de arboleda que aquí hay que si miras hacia arriba no puedes ver el cielo de lo tupido que esta de hojarasca en esta época del año, seguimos llaneando por esta magnífica senda que discurre ahora paralela al río donde encontraremos algún que otro molino en estado ruinoso, que lastima dejar caer estos molinos que tanto molieron y trabajaron en otra época, por esta parte del camino si la hacemos en otra estación que no sea verano es típico que este totalmente encharcada ya que este pequeño riachuelo en las crecidas de agua inunda todo el camino, creo que es solo la segunda vez que lo veo totalmente seco, uno de los años tuvimos que quitar las botas remangar los pantalones ya que el agua nos cubría hasta la rodilla, pero con cuidado y con buen humor se pasa sin ningún problema.
Abandonamos el camino y el río el cual nos venía acompañado durante buen rato y salimos a una pequeña carreterína que se introduce en la parroquia de Fuentes, pasamos al lado de una magnífica finca toda ella de piedra con hermoso hórreo y pradería muy cuidada que hoy en día es una casa rural de nombre Villaverde, seguimos llaneando entre prados manzanos y plantaciones de maíz hasta llegara a Valdemaría, seguimos disfrutando de estos paisajes tan típicamente asturianos, cogemos ahora otro pequeño sendero bien indicado por un garrapiellu que en pronunciada pero fácil subida y atravesando una gran cantidad de elechos y siempre a la sombra cosa que agradecemos, por un paisaje verdaderamente selvático donde solo escucharemos el silencio del bosque, una vez atravesado este pequeño bosquete llegamos otra vez al camino primitivo y que nos sitúa en el pueblo de Coru. Atravesamos el pequeño y bonito pueblín de Coru y cogemos la carretera que nos conducirá sin perdida hasta Breceña, continuamos un corto tiempo por la carretera y ya vemos un garrapiellu a la izquierda que nos indica el camino a seguir y que nos saca de la carretera para proseguir por caleyes.
A estas alturas de la tarde y después de aguantar todo el día el impresionante calor el cuerpo ya pedía un poco de descanso y refrescar el gañote un poco, así que nuestro deseo era llegar pronto a Breceña para hacer una pequeña parada antes de llegar a Sietes.
Emprendemos ahora una corta pero fuerte subida que como digo a estas horas las piernas ya empiezan a protestar pero poco a poco con paradas para contemplar el paisaje y tomando con calma no tiene ninguna dificultad, una vez llegado arriba nos tiramos un poco en un prau a coger un poco de aire y a refrescarnos antes de llegar a las primeras casas de Breceña.

 
El conjunto palaciego de Niévares.



Muchos fueron los peregrinos hacia Santiago que nos encontramos por el camino.



Gallines a nuestro paso por una típica casa de aldea asturiana.



La capilla de ánimas de Grases.


Pasando ahora por el llagar El Trabiesu, en Grases.

Bar la Parra,donde cogemos el camino hacia Amandi.



Cruce de caminos en Amandi.


Impresionante vivero de manzanos que encontramos por el camino.


La última subida del día antes de llegar a Breceña se nos hizo eterna debido al intenso calor.



Por fin estamos en Breceña dice María, la cual lleva sufriendo con una rodilla ya un buen rato y ya empieza a notársele una leve cojera.
Acometemos por la carretera local la última subida que nos conducirá al barrio del Cuetu, desde aquí ya podemos ver la iglesia con lo cual a mí se me alegra la cara y no por lo religioso, que va, si no porque en frente está el precioso bar-tienda donde vamos a parar a reponer un poco las fuerzas y a tomar una buena botellina de sidra que creo que la tenemos bien ganada.
Dejamos la carretera y giramos a la derecha para ir pal chigre, y por fin llegamos al ansiado bar-tienda de nombre Casa Piloña, este precioso local es siempre parada obligatoria de los peregrinos, tanto como si es para tomar un café, un refresco, comer una tapa o un bocadillo, o como si necesitamos calcetines, crema o polvos de talco para las rozadoras o pilas para la linterna, aquí tenemos de todo como en los bares-tienda de siempre.
Tiramos las mochilas a la entrada y entramos al bar, como presta ver estos sitios llenos de parroquianos charrando y echando la partida y arreglando España como tiene que ser, después de tantos años parando aquí pues ya me reconocen al entrar, saludos típicos y un poco de explicación de lo que habíamos caminado y como siempre con una amabilidad que solo hay en los pueblos.
María me dice que le pida agua que todavía queda un pequeño trecho para llegar a Sietes y que no quiere beber alcohol, yo como siempre y a estas horas de la tarde pedí una buena botellina fresca de sidra, y no se porqué razón pero cada vez que paro en este magnífico chigre siempre pido para acompañar a la sidra una latina de anchoas de las que tienen en la tienda, que con un poco pan y la sidra bien fresca en la terraza y sabiendo que ya no queda nada para terminar la jornada de hoy sabe a gloria. Tranquilamente y sin prisa ya que nos prometimos que veníamos a disfrutar de la peregrinación a Covadonga disfrutamos de la sidra y de les anchoes, antes de despedirnos de esta buena gente que siempre son tan amables con nosotros.
Emprendemos de nuevo la marcha y cogemos la carretera que nos conducirá llaneando y sin ninguna perdida hasta Sietes, en este punto ya empieza a atardecer con lo que ponemos a las mochilas las luces rojas para ser bien vistos en caso de que pasara algún coche, pasamos ahora por otra capilla de ánimas arreglada ya que los primeros años que hice la ruta estaba totalmente en ruinas, unos metros mas adelante tenemos las antiguas escuelas de Breceña donde encontraremos un gran mapa de la ruta de Covadonga donde nos indica como los anteriores en que punto nos encontramos.
Continuamos carretera adelante y vemos el desvío al pueblo de Buslaz, en este punto tenemos dos posibilidades de continuar hacia Sietes, unas sería coger esta desviación hasta la capilla de San Juan de Buslaz donde iniciaríamos la subida hacia el monte Tandión y después llaneando nos conduciría hacia la parte alta del pueblo de Sietes, y la otra sería seguir de frente por la carretera que venimos y llaneando llegar hasta Sietes, yo muchos años cojo la opción de desviarme hacia Buslaz pero como ya nos estaba cayendo la noche decidimos seguir por esta carreterina que apenas tiene trafico.
Pasamos ahora por una pequeña área recreativa con un par de mesas y bancos, eran casi las nueve de noche y la tranquilidad era verdaderamente increíble, ni un solo ruido, solo el de nuestra conversación y todo el paisaje repleto de luces de los pequeños pueblos de toda la zona de Colunga y de Villaviciosa y de los caminos locales que conducen hacia ellos, talmente parecía un maqueta de Asturias, creo que estuvimos disfrutando atónitos de este paisaje y de este silencio un buen rato hasta que decidimos proseguir el camino, vemos ahora un desvío a la izquierda que conduce hacia el pueblo de Piedrafita, desde este punto ya vemos con alegría las luces del precioso pueblín de Sietes y digo alegría porque después de todo el día caminando ya teníamos ganas de llegar a Sietes a descansar.
Continuaraaaaaaaaaa...............
Pablo Lara.


Tiempo: 12 Horas, con mucha mucha calma y disfrutando que de eso se trata.
Kilómetros: 40
Dificultad: Ninguna.



La iglesia de Breceña.


El bien cuidado bar-tienda de Breceña.

Anchoas, sidra y vaselina menuda combinación.


Como presta tomar un culete por el camino.


Las antiguas escuelas de Breceña que hasta hace poco fue un albergue de peregrinos y su capilla de ánimas.


Ya nos empezaba a caer la tarde.

Por fin, ya de noche entrando en Sietes.


Casa Prida, Sietes


Y por fin llegamos aunque cansados pero con plenas facultades físicas y mentales a Sietes, que pueblin mas guapu coño, a lo lejos ya vemos a Ramón en la puerta del chigre hablando con unos clientes, -coño Pablo bien tardasteis, ya creí que no venies, seguro que estuviste hasta ahora en Breceña tomando sidra y tocándote los huevos que te conozco, ala tira pa dentro a tomar unos culetes que ahora voy.

Este fue el buen recibimiento del amigo Ramón dueño junto a su mujer y gran cocinera Nuchi, que entre los dos regentan esta casa de comidas y el pequeño y coqueto hostal que hay enfrente de esta magnífica casa de comidas, Casa Prida.
Entramos al chigre y yo que venía con el gaznate secu me tomo un culete de casi media botella de sidra, ella mas fina, apura un agua en botella de cristal. Ramón nos entrega las llaves del hostal y me dice que ya tenemos preparada la habitación de siempre y que hoy estaremos solos en el hostal, -ducharos y bajar a tomar algo antes de cenar, -dicho y echo, después de una ducha relajante de una media hora para quitar el cansancio, nos echamos crema a alguna herida que otra resultado de los 40 kilómetros de hoy mas o menos, ponemos unas bermudas y unas chanclas y pa bajo a disfrutar de una opípara cena regada con buena sidra.
Antes de cenar tomamos unos culetes con ellos mientras les contábamos como había transcurrido la ruta de hoy, la buena de Nuchi me pregunta que si vamos a cenar lo de siempre, y por supuesto le digo que si y que rápido que estamos muerto de hambre, cada vez que vengo a dormir aquí siempre ceno lo mismo, por el invierno callos con patates y por el verano huevos fritos con patates y chorizu.
Nos sentamos en una tranquila mesa mientras los hombres del pueblo juegan a las cartas tomándose un sol y sombra y las mujeres en otra mesa toman un cafetín escuchado el parte.
Después de la imponente fartura y debido al cansancio se nos cerraban los ojos y el cuerpo pedía cama así que nos despedimos de todo el chigre y nos dirigimos a nuestros aposentos a recuperar fuerzas.

Con Ramón y Nuchi, siempre nos tratan como de la familia, como me gusta este sitio coño.


Cuando voy de monte soy un auténtico adicto a esti platu tan montañeru y cuando ando medio a dieta, es que me cae la baba solo de pensar que voy a cenar este auténtico manjar que no lo cambio muchas veces ni por la mejor langosta.




Parte de los famosos Garrapiellos del primer día y que tan buena labor hacen al caminante
 
 
 
 
EL CAMINO DE GIJÓN A COVADONGA
(XIXÓN-CUADONGA)
Aquí os dejo la foto de la portada del libro y la dedicatoria que me hizo el amigo Xurde.


Esta magnífica guía de la que es autor el amigo Xurde Moran es un compañera indispensable para los que estamos enamorados de esta famosa ruta andariega.
Después de el gran éxito alcanzado con la primera edición hace ya unos cuantos años la cual se agoto en poquísimo tiempo ahora tenemos esta nueva obra con abundante material fotográfico que narra a la perfección paso a paso todo su recorrido, deteniéndose en lugares y monumentos de interés, espacios naturales, paisajes, así como presentando el plano de todo su itinerario, que bien nos vino este año esti librin coño y como presta ir echándole una ojeada por el camino.
El libro incluye teléfonos de contacto de hoteles, albergues, casas rurales y establecimientos hosteleros de la ruta, al igual que otros de interés (transportes tren, autocar, taxis,etc.) y unas tablas de kilometraje.
Como digo un libro imprescindible para los amantes de esta magnífica peregrinación a Covadonga.


Pasa al segundo día:
http://pablolaragijon.blogspot.com.es/2013/09/gijon-covadonga-2-etapa.html