martes, 23 de diciembre de 2014

Belén de Cumbres 2014 Pico Montouto (949m)


Como es costubre para el Belén de Cumbres siempre buscamos una ruta sencilla y asequible para que podamos disfrutar todos de este día en el monte que tanta ilusión nos hace a todos, la ruta en cuestión de este año fue el pico Montouto (949m), Una vez en Belmonte de Miranda donde teníamos encargada la comida de hermandad nos dirigimos al alto de Carriceu, que comunica el valle del Pigüeña con el de la Caurisa en el que se localizan un gran número de restos arqueológicos, concretamente el coche lo dejamos en el Collado del Muro, donde tenemos una buena explanada para aparcar. Nuestra intención era bajar hasta Belmonte de Miranda caminando después de hacer cumbre pero debido al mal tiempo hicimos cumbre en el Montouto, instalamos el típico Belén de Cumbres, brindamos bajo la lluvia y otra vez hacia los coches donde nos esperaban el resto de amigos para disfrutar de la comida, aquí os dejo unas fotos de nuestro Belén de Cumbres 2014.

Feliz Navidad a todos.

Pablo Lara.




Con un día más que desapacible y con lluvia emprendemos nuestro Belén de Cumbres de todos los años, todo un clásico entre los amigos.


 El comienzo de la ruta con barro hasta las orejas, pero con mucho humor como tiene que ser esta ruta.



Nos salimos del camino y emprendemos la fácil subida a la cumbre.






La lluvia no nos abandonó ni un momento.



En poco más de una hora y media ya estábamos llegando a la cumbre.


Cumbre del Montouto.





 Preparando el Belén de Cumbres.


Un brindis y un poco de comida navideña nunca puede faltar.




El Belén, bien protegido de la lluvia.


Últimos retoques.


Parte del equipo.


 Después del Belén y antes de comer, vermutazo por Belmonte de Miranda.



Pitanza navideña en el hotel Cela.



Con un trato exquisito y con una comida impresionante como siempre, el amigo Roberto propietario del fabuloso hotel Cela nos trató como a reyes, da gusto ir a comer a su casa de verdad.


Con el día de frío y de lluvia que tuvimos lo que más nos apetecía a todos era este impresionante pote.






Disfrutando entre amigos de la fabulosa comida del hotel Cela.



Creo que no hacen falta comentarios.

El remate final.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Cascada de Seimeira (Los Oscos)


 
El día 22 de noviembre nos marchamos unos cuantos amigos a disfrutar un poco de esta zona tan impresionante que son Los Oscos, una de las zonas más desconocidas incuso para los propios asturianos. Salimos de Gijón a las ocho y media, parada a desayunar en Vegadeo y con un día gris típico del otoño asturiano a las diez y media ya estábamos en Santaya, Santa Eulalia de Oscos para los foriatos.

La ruta elegida para este día fue “La ruta de la cascada de Seimeira”, todo un clásico de esta zona, fácil, sencilla y en esta época del año preciosa, elegimos esta ya que no nos llevaría mas de tres horas y media, porque después de dicha ruta queríamos ir a meternos una buena fartura a Fonsagrada, como así fue. La ruta en cuestión sale de un área recreativa muy cercana a Santaya y que está perfectamente indicada, concretamente sale del área recreativa de Pumares. Cruzamos la carretera y nos dirigimos paralelos al río hasta Pumares, un pequeño pueblín típico de la zona y que en otros tiempos se dedicaba a la ferrería y donde todavía se pueden ver restos de un antiguo mazo, lo más curioso de toda la ruta es que en este pueblín de Pumares nos vino a saludar una perrina de lo más cariñoso y de lo más simpático que uno se pueda imaginar, después de acariciarla un poco ya que era todo mimos no se separó de nosotros en toda la ruta, cada vez que parábamos para hacernos una foto o para charrar y comentar el paisaje la pobre se sentaba y nos esperaba tranquilamente sin molestar a nadie, creo que nos quedó a todos un gran recuerdo de esta simpática perrina de la cual jamás sabremos su nombre.

Una vez atravesado el pueblo de Pumares cogemos una senda bien señalizada,  dejamos el río Agüeira a nuestra izquierda y continuamos por un camino en cómodo ascenso adentrándonos en un impresionante bosque característico por las especies de ribera (alisos, fresnos, sauces y avellanos) que en esta época del año tenían un colorido magnífico y pudimos disfrutar de lo lindo durante todo el camino. Casi todo el recorrido esta guardado a los lados por paredes de piedra tapadas por el típico musgo de un color verde intenso que al contrastar con el color ocre de las hojas en esta época del año hacía que el paisaje todavía nos sorprendiera más de lo normal.

Llegamos ahora a los restos de un antiguo poblado ya totalmente abandonado de nombre la Ancadeira el cual en su día tuvo que tener su importancia viendo el tamaño de las construcciones, continuamos por el solitario “Valle del Desterrado” y llegamos al cruce en el que podemos continuar a la izquierda cruzando un pequeño puente que nos llevará hasta  el pueblo de Busqueimado o seguir de frente como hicimos nosotros y en poco menos de quince minutos situarnos en la preciosa cascada de Saimeira con un impresionante salto de unos treinta metros de altura, el regreso hasta Pumares lo realizamos por el mismo camino siempre acompañados de nuestra buena amiga la perrina.

Creo que en esta ruta lo más interesante son las fotos para ver el paisaje y no lo que uno pueda contar.

Pablo Lara.



Dificultad: Nula.

Tiempo: Tres horas con toda la calma de mundo.

Paisaje: En otoño brutal.


Sin duda, ella fue la protagonista de toda la ruta, que cosa mas buena de perrina.




Pumares, punto de partida, pueblo de antigua actividad ferreira.



Comienzo de la ruta.


Todo el camino guardado por paredes de piedra adornadas de musgo, precioso.


Caminando pegados al río Agüeira.




Un pequeño rincón en el camino con mesas y paneles informativos.



Siempre esperándonos y enseñándonos el camino.



Cascada de Seimeira.


La alfombra de hojarasca en esta época, impresionante.


Parte del camino.



El mágico pueblo ya abandonado de Ancadeira.



No se si era más mágico el olor o los colores.


¿Como se llamaría nuestra amiga?, nunca lo supimos.




Camino de regreso.



Restaurante el Cantábrico (Fonsagrada)
O de una jamada tan inmensa que pasará a los anales de historia.


Hoy hemos caminado como príncipes por una de las zonas mas impresionantes de Asturias, los Oscos, pero ahora toca comer como reyes, ¿dónde? en la gran Fonsagrada, en Galicia, muy muy cerca de Santaya.
Hacia las tres de la tarde como jinetes de la apocalipsis hambrientos llegamos a Fonsagrada, cielo gris plomizo otoñal y olor a pan recién echo en las calles del pueblo, buen síntoma para la batalla gastronómica que nos esperaba .
Parte de la tropa nos recibe en el restaurante el Cantábrico, donde vamos a comer, con una buena botella de albariño bien fresco, besos y saludos mientras nos rellenas nuestras copas.
Yo en Fonsagrada ya comí varias veces y siempre magníficamente pero en este templo  del pulpo a feira no había comido nunca, un sitio impresionante, doy fe. Una vez tomado nuestro vino de bienvenida en la planta baja del bar subimos a la primera planta donde estaba el comedor y nos entra una risa nerviosa y ridícula viendo a toda aquella gente disfrutando de los manjares que aquí sirven, nada mas entrar, la cocina justo en frente, donde cuelgan cazuelas de cobre del techo y trapos de cocina de la cintura de mujeres entradas en carnes que guisan como las guelas de antes. 
Nos sentamos, nos acomodamos y según vamos pidiendo empezamos a salivar, al poco empiezan a llegar las impresionantes raciones de pulpo, como decía mi padre, Diós lo tenga en el cielo poniéndose ciego a marisco, el mejor pulpo de Galicia se come en los pueblos que no tienen mar, que sabio era coño. Después de la gran fartura de pulpo a feira bien regado con buen caldo vemos salir de la cocina bandejas de cocido gallego que por su tamaño daba la risa, esto de hoy es un autentico homenaje a la gran Galicia, ninguno de los comensales nos atrevemos a decir no puedo más y repetimos intentando no estallar en medio del comedor. Han pasado casi tres horas desde que nos sentamos a disfrutar de este sitio, tras la fartura el culo se nos escurre en la silla del sueño que da tal homenaje culinario, así que un paseín por Fonsagrada con un buen café y como gochinos pa casa.
Pablo Lara.

 Dificultad de la ruta: nula
Tiempo: 3horas 30 minutos.

Dificultad de la fartuta: muy alta.
Tiempo: 4 horas.


Fonsagrada y pulpo a feira, todo uno.




Creo que los "veganos" y yo, y que me perdonen, nunca haremos buenas migas.